BIBLIOTágora el blog de Biblioteconomía y Documentación, en el que no se habla de Biblioteconomía y Documentación… sólo: "El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda"

15 setembre 2012

Salir del Euro, la mejor opción. Entrevista a Pedro Montes*

Filed under: Economía,Política,Sociedad — anpoto @ 2:50 am

 

image

 

Empiezan a oírse voces entre los economistas que plantean, como única salida realista –y dolorosa– a la crisis, el abandono de la moneda única. Pedro Montes fue de los primeros, si no el primero, en advertir de las graves consecuencias que arrostraría España tras la adopción del euro y la forma exclusivamente mercantil con que se estaba construyendo la Unión Europea, y a la vista está que Europa constituye el nudo de la cuestión de la compleja crisis española. La entrevista tiene un carácter polémico indiscutible, pero también muy necesario.

–Hace años, en una entrevista publicada en esta revista aseguraste que España se encaminaba o bien al caos, o bien a la catástrofe. Utilizabas también en un artículo por aquellas fechas la expresión “callejón sin salida”. Me pregunto qué piensas ahora al respecto. ¿Caos, catástrofe, callejón sin salida? 

–No hace tantos años, Miguel, era marzo de 2010, lo que sucede es que la crisis económica es voraz y va muy deprisa. Traté de decir en aquella ocasión que teniendo en cuenta la evolución de la economía española tras la creación del euro, cuando ya se había incurrido en un déficit enorme de lo que se llama la balanza de pagos por cuenta corriente y por tanto se había acumulado una deuda exterior insostenible, el país se enfrentaba a un dilema: o se mantenía en el euro y se encaminaba al desastre o asumía el paso convulsivo de desligarse de la moneda única. Caos y catástrofe, o catástrofe y caos. Decir entonces que el país se encontraba en un callejón sin salida era una forma de resaltar la angustiosa situación, bien entendido que las sociedades siempre encuentran una salida, por dramáticas que a veces sean las soluciones. El dilema sigue vigente, pero la perentoriedad es más aguda y también todo se ha clarificado. En mayo de 2010, como todo el mundo sabe, Zapatero dio un giro radical a su política, con recortes y ajustes, una reforma laboral y la deleznable reforma de las pensiones, que contó, no debe olvidarse, con el respaldo de las direcciones de CCOO y UGT. Posteriormente y en apenas pocos meses, burlándose de los ciudadanos, el gobierno del PP ha emprendido un conjunto de reformas que, aparte de acentuar la política del PSOE, son de una agresividad, y se podría decir crueldad, que han dinamitando el pacto social surgido de la transición tras la muerte del dictador. Ha sobrevenido un desastre económico, social y ya también político, de modo que la disyuntiva en estos momentos es si continuamos directos por el camino al infierno, Grecia ya está en él, o recuperamos una moneda propia y un banco central propio para afrontar la crisis. La UE nos ha trazado una siniestra ruta que de aceptarla implicaría una especie de suicidio colectivo.

Vayamos por partes. Parece evidente que las fuerzas políticas mayoritarias (por no decir todas, porque todavía no se oye a ninguna de ellas exigir la salida del euro) están por tragar lo que haya que tragar para mantenerse en la moneda única. Si finalmente  se decide seguir en la eurozona, ¿qué porvenir le queda reservado a los españoles? ¿Cuántos años de sufrimiento nos esperan?

–En efecto, hay muchos datos, declaraciones y hechos –no olvidemos la nocturna e infame reforma de la Constitución– que dejan sentado que tanto el PP como el PSOE consideran el euro como irreversible, lo cual constituye el fundamento de la estrategia política que siguen. Es el acuerdo básico que comparten entre ellos, al cual se suman sin restricción alguna –fuera de las maniobras políticas ante tal o cual asunto– CiU y el PNV. A partir de ahí entramos en un gran problema político: la posición de la izquierda ante el dilema de la crisis. Y digo de la izquierda incorporando a ella a los sindicatos mayoritarios. No se enteraron de lo que implicaba, económica y socialmente, la moneda única, y siguen sin querer saber las consecuencias que tendrá. Viven pensando que la crisis actual es un accidente que tendrá pronto remedio, que el pasado volverá y que todo lo que es necesario es ponerle un ápice de política social a la estricta política económica necesaria para remontar la situación. Se alaba la austeridad y se reconoce que es inevitable disminuir el déficit público, como si eso fuera la cuestión fundamental. Izquierda Unida, que tuvo el honor de oponerse a Maastricht con un debate muy rompedor en su seno, defiende ahora una salida progresista a la crisis, pero se queda sin respuesta, como pasó en el debate de investidura, cuando Rajoy contestó que muy bien, pero que los inversores extranjeros no nos prestaban dinero si no se acometían ajustes y recortes. Si la salida progresista de la crisis, que también desean los sindicatos, fuera posible y sencilla de practicar, ¿alguien piensa que no la hubiera aplicado el PSOE, e incluso el PP, aunque en este caso hay que introducir otras consideraciones políticas? Las perspectivas, desde mi punto de vista, son muy negras, al punto de que he llegado escribir un artículo afirmando que la crisis todavía no ha empezado (…)

(Acceso al texto completo)

 

___________________________________

  • * Riera, Miguel. Salir del Euro, la mejor opción. Entrevista a Pedro Montes. El Viejo Topo [en línea]. 2012, no. 294-295, pp.  14-23. <http://elviejotopo.com/web/revistas.php?numRevista=294-295> [Consulta: 9 septiembre 2012]

 

1 juliol 2012

El copago sanitario y la desigualdad: ciencia y política*

Filed under: Política,Sociedad — anpoto @ 1:22 am

 

Introducción

En las últimas décadas, el término «copago» se ha introducido en grado y manera diferentes en muchos países europeosy a la vez ha aumentado también significativamente el debate social en España en los últimos años. El copago, también conocido en inglés como patient cost-sharing o en general out-of-pocket spending by private households, incluye muchas posibilidades: desde la puesta en ráctica de un pago por servicios de atenciónmédica, el incremento de un pago ya existente, o su ampliación a personas que deberían pagar. Este artículo revisa algunas de sus ventajas y problemas, con un énfasis especial en la equidad. El copago, sin embargo, no es un asunto “técnico” que podamos entender solamente con la mejor evidencia científica disponible, sino que también es imprescindible valorar las estrategias y los intereses políticos que lo sustentan.

 

 

Ventajas y problemas del copago

Las principales ventajas aducidas para justificar la necesidad del copago tienen que ver con factores asociados a la economía y la disuasión sanitaria. En el primer caso, se señala ˜ que si las personas enfermas pagan directamente parte de los servicios o productos consumidos se reducirá el uso excesivo e injustificado de éstos, y se ahorrarán recursos que podrán utilizarse más eficientemente para ayudar a financiar una sanidad pública que, se dice, es (o va a ser) “insostenible” por resultar demasiado costosa y generosa. Sin embargo, muchos estudios muestran que el copago reduce el uso de servicios sanitarios, sean o no efectivos, en visitas médicas, prescripciones farmacéuticas, admisiones hospitalarias o servicios preventivos. El copago reduce visitas médicas necesarias, con lo cual perjudica a la población necesitada de atención, y alarga el tiempo de estancia en los hospitales como consecuencia de la mayor gravedad que sufren los pacientes cuando finalmente acuden al médico. El clásico estudio de la Rand Corporation en Estados Unidos evaluó las ausencias en las visitas al pediatra de los niños  de 0 a 4 años de edad y de 5 a 13 años de edad bajo el copago. Los niños de 5 a 13 años doblaron el porcentaje de visitas anuales perdidas (15% a 32%),mientras que los niños de menor edad más que triplicaron el porcentaje de visitas no realizadas (5% a 18%). La evidencia también apunta a que el copago puede producir un ahorro en el gasto en algunos aspectos, pero aumentar otros, y el resultado final es cuando menos incierto. En Estados Unidos, la puesta en práctica del copago en los pacientes mayores de 65 anos ˜ redujo la atención ambulatoria (20%), pero aumentó las hospitalizaciones (2,2%) y la duración de las estancias hospitalarias (13,4%), en especial entre quienes estaban en peor situación socioeconómica y con enfermedades crónicas. En relación al argumento de la “insostenibilidad”, hay que decir que España gasta menos en sanidad que la media de la Unión Europea (UE-15) e incluso que la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), incluyendo países como Turquía y México (2308 euros ppp per cápita frente a 2426 euros en 2009).

.
En el caso de la “disuasión sanitaria”, se señala que obtener servicios “gratuitos” (pero previamente pagados vía impuestos) induce a un mayor consumo o “abuso” del sistema sanitario. Con el copago, quienes están enfermos toman más conciencia del gasto  adquieren una mayor responsabilidad, valoran más los servicios que consumen y moderan su demanda de servicios. Sin embargo, ese razonamiento se enfrenta a varias objeciones. Primero, la afirmación de abuso del sistema sanitario no es un dato claramente constatable. Aunque es cierto que en Espana˜ la frecuencia de visitas anuales al médico per capita (7,5 en 2009) es bastante alta en el contexto de la UE, muchas de esas visitas parecen responder a necesidades administrativas o son realizadas por otros profesionales de la salud. Segundo, el efecto saludable de estas visitas en términos de prevención y seguimiento no puede descartarse, sobre todo dada la buena salud de la población espanola ˜ respecto de sus ingresos en el contexto europeo. Tercero, aun cuando pueda haber un exceso de “consumo”, éste no cabe necesariamente imputarlo de manera directa a la responsabilidad individual. “Culpabilizar” al enfermo diluye la responsabilidad de las autoridades sanitarias y de los profesionales sanitarios, ya que serían ellos quienes almenos en parte generarían el exceso de visitas. No hay que olvidar que tras el primer contacto que el paciente demanda al médico, muchas  veces es éste quien genera las subsiguientes acciones médicas en prescripciones, pruebas, ingresos y hospitalizaciones. Además, en relación con el punto anterior, décadas de un modelo sanitario configurado por las autoridades políticas y la industria farmacéutica, caracterizado por ser individualista, “curativista”, centrado en la “farmacodependencia”, la “tecnofilia” y el “hospitalocentrismo”, crearon una fuerte medicalización de la salud con un gasto farmacéutico excesivo (18.000millones de euros en 2010, el 30% del gasto público sanitario) y un bajo consumo de genéricos. 

 

 

Evidencia sobre el impacto del copago en la equidad

Aunque en Espana˜ la evidencia científica que analiza el impacto de las distintas formas de copago sobre la equidad es limitada, la gran mayoría de los estudios disponibles muestran que tiene efectos negativos sobre la equidad 1,7. El copago representa un obstáculo y una discriminación para acceder a los servicios sanitarios, en especial para los grupos socioeconómicos más pobres y con menos recursos, entre quienes inmigrantes, población infantil, personas de edad avanzada y con discapacidad, padecen más enfermedades crónicas y problemas de salud. Pueden citarse algunos ejemplos de ello. Un estudio en Estados Unidos mostró que el copago reducía en mayor medida el uso de atención sanitaria entre los niños y niñas más pobres. Una investigación en Corea halló que el copago redujo la demanda de servicios médicos sobre todo en los pacientes de baja renta. Utilizando datos de la década de 1990, los análisis realizados en Francia, Alemania   y España mostraron un distinto uso de los servicios de salud: el coste compartido redujo la frecuencia de las visitas médicas, y esta reducción fue mayor en las clases sociales más desfavorecidas. Una revisión sobre el efecto del «gasto directo de cada hogar» en los mayores de 65 anos, ˜ según ingresos, educación y sexo, observó que las personas con menos ingresos tienen que gastar una proporción más alta de sus recursos en comparación con quienes tienen mayores rentas. Además, el copago no sólo perjudica a los más pobres, sino que en muchos países genera nuevos pobres: debido al alto coste de los servicios sanitarios, 150 millones de personas sufren en el mundo anualmente una «crisis financiera» que hace que 100 millones de personas sean pobres.

 

Estrategias e intereses políticos y económicos 

A pesar de sus numerosos problemas y debilidades, son muchos quienes insisten en los supuestos beneficios del copago. ¿Por qué y quién tiene interés en promocionar su implantación o ampliación? Las respuestas a estas preguntas no son “técnicas” sino políticas. Es sorprendente que no se haya considerado esta evidencia en los debates y las comisiones de expertos de los principales partidos políticos y comunidades autónomas (p. ej. la Comisión Vilardell y en la Comunidad de Madrid). Ello apunta a la existencia de un sesgo ideológico partidario de la privatización de los servicios sanitarios por parte de estas comisiones de expertos. El debate sobre el copago tiene, desde nuestro punto de vista (de manera directa o indirecta), varias funciones: deteriorar la gestión y la imagen del sistema sanitario público, “culpabilizar al enfermo” en lugar de a las autoridades políticas y a los poderes económicos, y tapar o minimizar temas fundamentales de debate, como son la subfinanciación de la sanidad pública, el excesivo gasto farmacéutico y la privatización de la sanidad. En el primer caso, la baja financiación de la actual sanidad pública radica, básicamente, en tres causas principales: la reducción de los impuestos en favor de los más ricos, la casi completa eliminación de varios impuestos (patrimonio, sociedades, grandes riquezas y sucesiones), y el elevado fraude fiscal de las grandes fortunas, las empresas y la banca. Como ya se ha indicado, el gasto farmacéutico en Espana˜ es excesivo, uno de los más altos de la Unión Europea. El copago, llamado con razón «co-repago» por partidos y movimientos sociales progresistas, al tratarse de un “nuevo impuesto” ya pagado, desempena˜ un importante cometido ideológico asociado con la idea de mercantilizar la sanidad, y de que ésta sea una mercancía más regulada por el mercado y la capacidad adquisitiva individual, y no como un derecho . El copago forma parte de un conjunto de acciones generadas por determinados medios económicos y políticos para debilitar los servicios sanitarios públicos y avanzar hacia una sanidad más privatizada. En los últimos años, las iniciativas en este sentido son muy diversas: reemplazar la sanidad pública por la concertada; crear nuevas formas de gestión que permitan que centros y servicios queden sujetos al derecho privado en vez de al administrativo; cesión de la gestión privada de los hospitales públicos; recortes en la sanidad pública, en recursos y en plantilla; o propuestas para incrementar la desgravación fiscal de las pólizas de aseguramiento sanitario privado . Por distintos motivos e intereses, tres son los actores más interesados a favor del copago. Por un lado, académicos y expertos que califican la crítica al copago como de miedo irracional, reivindican sus supuestas ventajas sin atender a la evidencia científica contraria, ala vez que minimizan los intereses y las estrategias ideológicas y políticas que lo sustentan; y por otro lado están las instituciones y los partidos conservadores y sus representantes políticos. Entre estos últimos, es el caso del Partido Popular con Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid; el de Convergència i Unió con el conseller de economía Andreu Mas-Colell, para quien, puesto que no será posible alcanzar el «acceso universal gratuito» a las prestaciones, hace falta una mayor participación privada para dispensar estos servicios y que los beneficiarios de muchos servicios públicos asuman su coste; o el conseller de sanidad, Boi Ruiz, quien ha afirmado que «la salud es un bien privado que depende de uno mismo, y no del estado». Finalmente están los intereses de las grandes empresas y lobbies de la industria farmacéutica y la tecnología sanitaria, muy interesados en la puesta en marcha del copago sanitario y farmacéutico, y de otras estrategias mercantilizadoras de la atención sanitaria, para que ésta sea una fuente de mayores beneficios a través de distintos «modelos de negocio» (p. ej., hospitales concertados, en régimen de concesión, independientes), muy atractivos para el «capital riesgo» sobre todo en hospitales, centros quirúrgicos, clínicas dentales y de estética, biotecnología y residencias de la tercera edad. 

 

Comentario final

La atención sanitaria no debe ser un proceso comercial sino un bien común, organizado según el principio de cobertura sanitaria universal con independencia del nivel socioeconómico de la población, tal y como reconoce nuestra Constitución. La atención sanitaria pública, equitativa, de calidad y con un alto nivel de prestaciones, debe ser un derecho ciudadano y no un privilegio que sólo pueda pagar una parte de la población llamada «clientes». Para ello, deben disponerse en los presupuestos las partidas suficientes, con un sistema fiscal mucho más redistributivo que el actual. La 
tendencia a ir hacia un sistema sanitario público progresivamente más mercantilizado y privatizado responde cada vez menos a las necesidades de toda la población, y cada vez más a los intereses privados y a una ideología neoliberal que el «co-repago» contribuye a reforzar.

 

Financiación

Sin financiación.

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

 

__________________________________

*Joan Benach a,b, Gemma Tarafa a,b y Carles Muntaner a,c
a Grup de Recerca en Desigualtats en Salut, Employment Conditions Network (GREDS-EMCONET), Universitat Pompeu Fabra, Barcelona, España
b CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), España
c Faculty of Nursing, Dalla Lana School of Public Health, and Collaborative Program in Global Health, University of Toronto, Toronto, Canada

 

25 juny 2012

La estafa/crisis: Alemania se forra a nuestra costa

Filed under: Economía,Sociedad — anpoto @ 22:41 pm

Los bancos alemanes asumieron unos riesgos que ahora tenemos que pagar los de la periferia. Nuestros máximos acreedores, bueno, los de los bancos, son, por tanto, la Alemania de Merkel, Francia, y Reino Unido. Los tres estados los tenemos como socios, que no amigos, comunitarios; la Pérfida pasó del tinglado de la UME (Unión Monetaria Europea), por lo que no deja de presionar para que se “rescate” a  nuestro país por parte de la Eurozona; de esta manera, piensa, inocentemente, se asegura el cobro de la deuda. Claro, antes se encuentran germanos y galos. 

 

 

Pero, ¿cuál es la deuda púbica española, a cuánto asciende? ¿Qué es la Deuda Pública? La presión leonina de los llamados “mercados” comenzó a darse en el año 2010. Desde entonces, estamos, según acuerdo no escrito, bajo epicontrol económico, comenzamos a perder soberanía; o cumplíamos con nuestra parte del trato o nuestra prima de riesgo se vería resentida. En síntesis, ésta era y es la amenaza, llevada a término bajo la bendición del Banco Central Europeo (BCE). El diferencial de deuda (prima de riesgo) es el sobreprecio que paga un país para financiarse en los “mercados”, en comparación con otros países, e indica la confianza que inspira en los inversores, conforme a la solidez de la economía del sujeto país. La UME toma como referencia lo caro que le resulta financiarse a Alemania.  Actualmente, casi que le sale de gañote. 

Sin embargo, qué curioso, en el año 2010,  del montante al que ascendía lo debido, desde España, a los bancos –alemanes, franceses e ingleses, sobre todo-,  suponía el 16.5% del total; el doble, la de los bancos -privada, también, pero en el nicho bancario (32%)-; y la privada, propiamente dicha, totalmente descontrolada: 21 % de las familias (hipotecas); de las empresas, el 30,5%. El 83,5% del total de la deuda corresponde a la privada, dos tercios de la cual vienen desde la banca y las empresas. ¡Dos tercios del subtotal deuda privada (83,5%) corresponden a EMPRESAS y a BANCA! 

¿Por qué se da la deuda pública existente a la sazón?  Dos causas nucleares: el carácter profundamente regresivo del sistema fiscal, con reducciones continuas y sustanciales de impuestos a los más ricos, con una bolsa de fraude fiscal en constante y fuerte aumento; sólo durante 2010 las grandes fortunas y grandes empresas españolas evadieron un mínimo de 42.771 millones de euros (GESTHA). Lo que se dejaba de ingresar, se sustituía por endeudamiento público, cosa que ha llevado a una desgraciada ironía: lo que ahorraban en impuestos, la banca y los ricos, ¡¡lo utilizaban para comprar deuda pública!! Lo que no deja de tener cojones, ¿verdad?

Por otro lado, la corrupción imperante en la casta política; en las obras del AVE se han gastado y comprometido cincuenta mil millones de euros (8.3 billones de pesetas). Contamos con más kilómetros de alta velocidad que Japón, Francia o Alemania, y sumando. Ni la línea Madrid-Barcelona es viable económicamente. Claro, entran en juego los intereses de las grandes constructoras, los suministradores alemanes y franceses y la corrupción política desbocada. 

Somos el tercer país del mundo en “carreteras de alta capacidad”, tras USA y China y muy por delante de Alemania, Francia o Gran Bretaña. En el aeropuerto de Ciudad Real, cerrado al poco tiempo de ponerse en marcha su explotación comercial, se “invirtieron” 1000 millones (¡¡ciento sesenta y seis mil millones de pesetas!!). En el de Castellón -el primero con carácter peatonal del mundo- se dilapiraron 151 (¡¡Veinticinco mil millones de pesetas!!) 

5.000 millones (¡¡Ochocientos treinta mil millones de pesetas!!) en autopistas de peaje innecesarias, como las que rodean Madrid, entregadas en concesión a las grandes constructoras y con pérdidas a cargo del Estado. 

El gasto en armamento militar, comprometido de forma oculta, se va pagando con anticipos del ministerio de Industria. El Secretario de Estado de Defensa reconoció en julio de 2011 que hay una deuda de 27.000 millones, que se eleva a 35.000 si contamos intereses. 

Gastos parasitarios: ocupan un lugar particular las subvenciones y los privilegios fiscales a/de la Iglesia Católica, que superan los 6.000 millones anuales, más las exenciones tributarias (en total, aproximadamente, trece mil millones de euros [¡¡dos billones ciento sesenta y seis mil millones de pesetas!!]). 

Con todo y con esto, desde el año1998 hasta el 2008, inclusive, la deuda pública no dejó de descender: del 64,10% del Producto Interior Bruto (PIB), al 39,80%; en el 2011,  se llegó al 68,50% (http://www.datosmacro.com/deuda/espana).  Claro, ¿con qué nos  encontramos en la Zona Euro? Tres ejemplos bastarán, en los que se indican d.p./PIB de los años 1998 y 2011: 

La cuestión es: resultando obvio, como resulta, que nuestro endeudamiento público no sólo no era ni es alarmante, sino que se encuentra por debajo del dado en estados de mayor relevancia;  si, v. gr., España repite el superávit comercial con la UE (http://www.cincodias.com/articulo/economia/espana-repite-superavit-comercial-ue/20120620cdscdseco_9/); si en exportaciones de bienes superamos a Alemania:

 

Exportaciones de bienes

… En fin, si se manifiestan estos presupuestos, más otros, relativos al ámbito macroeconómico español, ¿por qué estamos con el agua hasta cuello, esperando que la “dama de hierro” germana considere oportuno lo contrario? 

El dinero se mueve de unos países a otros ante la posibilidad, por lejana que pueda parecer a los políticos, de que algún país tenga que abandonar la Eurozona. El gráfico muestra la evolución de los depósitos de los bancos extranjeros en Alemania, ahora mismo por encima de 425.000 millones de euros. Los datos proceden del Bundesbank, a finales de mayo de este año:

 

 

El incremento en los últimos cinco meses es del 54%. La banca alemana, con esta crisis, literalmente, se está haciendo de oro. Normal que los tungros no deseen, ni de lejos, ponerle fin. Se están forrando. Si añadimos los intereses por deuda  soberana vendida…; nos están sorbiendo hasta las entrañas.

En el mes de marzo, salieron de España 67.000 millones de capital extranjero; la fuga supera los niveles de la producida tras la quiebra de Lehman Bros. En los últimos 17 meses, hasta febrero, la salida acumulada de capital español hacia el extranjero ha superado en términos netos los 13.000 millones, equivalentes al 1,2% del PIB. El “vuelo hacia la felicidad” tiene como más importante destinatario al Estado alemán. 

Empero, ¿será el bono alemán la próxima burbuja? “Una condición imprescindible para los activos refugio es que lo sean efectivamente, que cumplan su función. Pero el puerto seguro por excelencia de la eurozona, el bono alemán, puede acabar muriendo de éxito y cubrir de pérdidas a los que confiaron en él.” Alemania ha llegado a financiarse a tipos de interés negativos en las a letras corto plazo. Mientras, la rentabilidad de sus bonos a 10 años llegó a situarse por debajo del 1,2% el 1 de junio. Un precio de risa. El centro de Europa, al contrario que la periferia sur, tiene cada día más imán (http://www.cincodias.com/articulo/mercados/bono-aleman-proxima-burbuja/20120613cdscdsmer_17/#?id_externo_rsoc=Facebook) . 

Y eso lleva consigo su riesgo, cuanto menor sea el interés, mayor será el precio. Desde hace dos años, los inversores han huido en masa al bono alemán y los precios se han disparado. ¿Es sostenible? Lo bueno de la deuda soberana es que, si se aguanta a vencimiento, la recuperación de lo invertido está garantizada. El riesgo lo sufre quien quiera su dinero a medio camino. Si el activo está sobrevalorado, cualquier cambio de tendencia puede reventarlo. ¿Hay riesgo de que eso sea así? 

Pimco, la mayor gestora de renta fija del mundo, ha comenzado a alertar del riesgo de que se haya creado una burbuja con la deuda alemana. No sólo eso: ha empezado a vender para reducir su exposición.

 

18 abril 2012

Una visión sobre la actual crisis de la crisis en la Zona-euro*

Filed under: Economía,Sociedad — anpoto @ 0:34 am

 

Indicador de Incidencia de la Huelga sobre el Consumo de Electricidad en la Actividad Productiva

 

[…] La actual crisis de la Euro-zona es resultado, fundamentalmente, de un diseño institucional deficiente y, en menor medida, de la mala combinación de políticas. El diseño institucional deficiente se explica con base en las limitaciones del Tratado de Maastricht (1992), específicamente las restricciones a los déficit gubernamentales y el techo al coeficiente de la deuda gubernamental como porcentaje del Producto Interno Bruto (pib) o razón de deuda gubernamental a pib.El supuesto detrás de estas limitaciones es la convicción de que la estabilidad monetaria descansa sobre una inflación baja que está conectada con una reducida deuda gubernamental. Así, el error fundamental del diseño institucional del Tratado de Maastricht es prohibir a los bancos centrales comprar y retener bonos gubernamentales (el Artículo 123 de éste tratado impide al banco central comprar directamente bonos a los gobiernos). Esta disposición está inspirada en la doctrina que rigió la política del Reichsbank Alemán1 en el periodo entre-guerra (años de 1930) El presidente de esta institución, el Sr. Hjalmar Schacht, evitó ser condenado en los juicios de Nuremburg porque fue removido de su puesto por Hitler, debido a que protestó por la sobre-emisión de bonos del Tesoro Alemán, los cuales debían ser descontados por el Reichsbank.

El enfoque Schachtiano revirtió una antigua tradición de la banca central alemana, según la cual, el banco central tiene la función de ser banquero del gobierno. Los bancos centrales más antiguos (Inglaterra y Suecia) fueron establecidos explícitamente para administrar las deudas de sus gobiernos. En este contexto, la alta inflación alemana a principios de la década de 1990 (a raíz de la unificación alemana) despertó fuertes sensibilidades sobre el tema de la inflación. Éste ordenamiento institucional defectuoso fue validado por un largo periodo de reducción de la inflación, manteniéndose, después de 1995, relativamente constante. Los banqueros centrales, no fueron modestos en reclamar este resultado, como su logro. En el presente, los acuerdos institucionales son inadecuados, lo cual es ampliamente obvio y señalado. La Euro-zona tiene un banco central sin gobierno o, gobiernos sin bancos centrales y, los bancos (comerciales –nota del traductor–) no cuentan con un prestamista efectivo de última instancia. Con un régimen de baja inflación que, en la actualidad, se está convirtiendo en deflación y, sin la posibilidad de expandir los balances gubernamentales, el actual sistema no tiene ningún mecanismo para eliminar la deuda excesiva en la economía. Actualmente, las deficiencias de los acuerdos del Tratado de Maastricht son más evidentes por la exigencia de mantener techos en el coeficiente de deuda a PIB. Hoy en día (octubre de 2011) prácticamente todos los países en la Euro-zona no pueden cumplir dicho límite, por ejemplo, Alemania, tiene una razón de deuda gubernamental a PIB entre 82 y 88%. Así, todos los gobiernos están obligados a operar con superávit fiscal hasta que se reduzca su razón deuda a pib o, se encuentre por debajo del techo impuesto. Obviamente, los superávit fiscales causan reducciones en el pib, a menos que sean compensados por un superávit comercial o inversión del sector privado. Sin embargo, para que el pib comience a aumentar, los superávit comerciales […]

 

(Acceso al texto completo)

 

_______________________

  • *Toporowski, Jan. “Una visión sobre la actual crisis de la crisis en la Zona-euro” [en línea]. Economía informa.  No. 372 enero-febrero (2012). <http://www.economia.unam.mx/publicaciones/econinforma/372/01jan.pdf> [Consulta: 14 abril 2012]
  • [Imagen de Angela Merkel]. Recuperado de http://www.larazon.es/images/uploads/image/f0/f7/357377/c617x266_mer.jpg?1329292006. [Consulta: 14 abril 2012]

6 abril 2012

El “corralito” en España: el caso de las Participaciones Preferentes

Filed under: Economía,Sociedad — anpoto @ 3:50 am

 

Bankia pagó 6,44 millones a su cúpula directiva en 2011; sin embargo, mantiene bloqueados los ahorros de miles de familias. Primero, rechazando las solicitudes de venta de las participaciones preferentes vendidas fraudulentamente a decenas de miles de personas, mayoritariamente pensionistas/jubilados o de edades avanzadas. Se las “ofrecían”  como un producto semejante a un  plazo fijo, pero con mejores intereses, sin realizarles tests de idoneidad previos o dándoles éstos a firmar sin explicar en qué consistían, ni las obligaciones que contraían.

Segundo, el pasado mes, las preferentes se canjearon por acciones, cuyo valor se calcula puede llegar a bajar entre un 20 y un 60%, imponiendo unas condiciones que en la práctica pueden llegar a suponer la pérdida del 25% del nominal inicial -el de las participaciones-, si son vendidas de forma inmediata, más el porcentaje del valor de las acciones perdido  ( -5% el primer día en que cotizaron junto a las ya existentes anteriormente). Paralelamente, los rumores sobre la imposibilidad de dicha entidad financiera de hacer frente a la nueva normativa reguladora del sistma bancario español van creciendo exponencialmente.

En un informe elaborado por el equipo de análisis de La Caixa sobre la situación del sistema financiero español se asegura que Bankia podría registrar unas pérdidas de 640 millones de euros al finalizar 2012 si no genera plusvalías extraordinarias, entre otras cosas porque tendrá que contar con 3.400 millones de euros para provisionar fondos de acuerdo con los nuevos requisitos de saneamiento exigidos por el Gobierno. (El Plural)

Empero, nada parece afectar a las retribuciones percibidas por los altos ejecutivos de la entidad.

 

¿Qué son las participaciones preferentes? 

“[…]Las entidades financieras españolas y también algunas entidades no financieras en los últimos años se han estado financiando en gran medida a través de las denominadas Preference Shares emitidas por filiales domiciliadas en paraísos fiscales o territorios de baja tributación. La operativa era sencilla, la entidad financiera española constituía una filial en el extranjero, generalmente en las Islas Caimán, que emitía las participaciones preferentes con destino al mercado nacional o bien con destino a inversores extranjeros. Los recursos captados por la filial se depositaban en la matriz a cambio de una remuneración. El importe obtenido por la remuneración del depósito servía para pagar la retribución pactada a los inversores de las participaciones.

El perfil del instrumento era similar al de las acciones sin voto siendo su característica más notable que la remuneración se encuentra predeterminada, era fija, preferente y no acumulativa, pagadera normalmente por trimestres vencidos a un determinado tipo anual calculado sobre el valor nominal de cada acción o participación preferente, cuyo pago estaba condicionado a la existencia de un beneficio distribuible suficiente en la entidad matriz, así como a las limitaciones impuestas por la legislación española sobre recursos propios.

La legislación española, cuando se utilizaba la captación de recursos mediante esta fórmula, no consideraba la existencia de acciones sin voto no acumulativas. En la legislación española hasta la modificación llevada a cabo por la Ley 19/2003, de 4 de julio, sobre régimen jurídico de los movimientos de capitales y de las transacciones económicas con el exterior y sobre determinadas medidas de prevención del blanqueo de capitales, las acciones sin voto tenían que ser retribuidas, además del dividendo fijo con el dividendo de las acciones ordinarias, lo que elevaba el coste de la emisión de este instrumento. Por esta razón estas acciones sin voto eran calificadas, por la normativa de solvencia, como recursos de 2.a categoría[…]”

Los media españoles han corrido un tupido velo, con, a lo sumo, referencias escuetas y contradictorias que han podido aparecer, dedicadas al tema de las participaciones preferentes. Se estima que cerca de 1.000.000 de personas han adquirido participaciones preferentes de hasta 15 entidades bancarias españolas. Alrededor de 25.000 millones de euros, según cálculos conservadores, constituidos en una auténtica bomba de relojería.

 

« Newer PostsOlder Posts »

Powered by WordPress