En 1962 el productor Bob Thiele presentó a Duke Ellington con John Coltrane, a fin de realizar sesiones de grabación para la edición del disco que llevaría el nombre de ambos músicos. Ellington ya venía realizando este tipo de encuentros como parte de una segunda fase de su carrera, todas en altísimo nivel. Pero ninguna podía generar tanta intriga en cuanto a su resultado como compartir sesión con el saxofonista Coltrane, quien en 1959 había iniciado ya su carrera solista al frente de su propio grupo marcando una inflexión en cuanto a la exploración de nuevos límites musicales, que luego se conocería como free jazz. Por Berenice Corti